martes, 27 de noviembre de 2012

Sexta hipótesis.


EXPOSICIÓN ORAL


 Con este vídeo me doy cuenta de lo insignificantes que somos los seres humanos dentro del universo. Aun así, tenemos el poder de provocar cambios en el planeta donde vivimos. Somos como las móneras. Nosotros necesitamos un microscopio para observarlas porque a simple vista no se ven, y sólo sentimos su presencia cuando actúan en conjunto sobre nuestro organismo, provocándonos enfermedades. Nosotros, los humanos, hacemos lo mismo con nuestro planeta. Con la "ayuda" de todos, tenemos la capacidad de afectar sobre el sitio donde vivimos, incrementando el efecto invernadero o sobreexplotandolo, entre otros.
   Esta es lo que somos capaces de hacer los seres humanos a mayor escala pero, ¿individualmente tenemos una función? ¿Estamos aquí por algo? ¿Con qué fin vivimos?
   Todos los individuos estamos relacionados. Me gustaría intentar explicar la función individual de cada uno gráficamente porque pienso que es la mejor manera:
   Todo ser humano está continuamente llevando a cabo acciones en su vida. Imaginemos que estas acciones son un ente, una figura sin forma concreta, una figura abstracta. Si su área son las acciones, el punto central es lo más importante, es decir, nosotros, nuestro "yo", que somos los que llevamos las acciones a cabo. Todas las acciones desencadenan una serie de consecuencias que influyen y actúan sobre la vida, las acciones, el ente de otros individuos. Por lo tanto, todos estamos relacionados. Toda figura tiene un límite, a no ser que sea infinita, que no es el caso. El límite de nuestras acciones no está totalmente definido ya que no sabemos con certeza dónde acaban nuestras acciones y dónde empiezan las de los demás. Nuestras actuaciones se nos escapan de las manos y pasan a ser de otros cuando ya no tenemos control sobre ellas. Toda esta relación de acciones forman en su conjunto una cadera, una red. Si en esa cadena falla una anilla, esta se rompe y todas las demás anillas quedan fuera de la secuencia, fuera de la relación. Entonces se junta otra anilla distinta y todo cambia.
  
   Como se puede ver en las imágenes, el color naranja son las acciones. El punto azul es el centro, el "yo" de cada uno. Cada conjunto de acciones de una persona, de una vida, es un ente, rodeado de una línea discontinua roja. La parte granate es la relación de acciones que hay entre unos y otros.
   En la segunda imagen, aparecen eliminadas, primero la más pequeña y seguidamente las demás, ya que es una cadena. En la tercera imagen, estas anillas que se han eliminado han sido sustituidas por otras y la cadena ha seguido otro camino. Podemos apreciar que con el cambio de la segunda imagen, la primera y la última no son iguales. Esa es la función que desempeñamos, la función de formar parte de algo y que sin uno de nosotros, nada sería igual.
   ¡QUÉ PEQUEÑOS SOMOS, PERO QUÉ IMPORTANTES PODEMOS LLEGAR A SER!

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