lunes, 25 de marzo de 2013

Hipótesis nº 10.

   Hoy en clase de filosofía, hablando de la rebeldía, María, profesora de filosofía, ha dicho algo sobre la reputación aludiendo a una canción. Me hubiese gustado quedarme con el título.
  Y la verdad es que Rafa tiene razón, cada uno se queda con lo que le interesa de cada clase. Supongo que el tema de la reputación es algo con lo que me he quedado porque cada uno tenemos la cabeza en una parte, y todo lo que esté relacionado con la parte en la que tengas la cabeza te interesa y lo recuerdas.
   Hoy ha sido uno de esos días en los que te encierras en una idea y parece que todo a tu alrededor gira en torno a eso. Mirase por donde mirase había gente que me decía lo mismo. Todos tenemos una reputación, la cual no siempre hace justicia. En el momento que haces algo que tu reputación no tolera, parece que no eres tú, que estás intentando ser alguien que no eres. ¿Por qué? ¿No tiene derecho la gente a ser ella misma? ¿Quiénes son los demás para decirte cómo tienes que actuar? ¿Puedes elegir tu reputación?
   No me gusta que haya reputaciones. ¿Por qué? Porque es un factor externo que hace ver a la gente de distinta manera. En el instituto, si alguien tiene mala reputación y hace algo bien, no se le pone la nota que realmente se merece. Sin embargo, si alguien con buena reputación hace algo peor que de costumbre, no obtiene la misma nota que alguien que lo suele hacer mal. Como es un alumno que suele tener buenas notas, no puede sacar un 4. 
   ¿Se puede elegir? Se elige con los actos, aunque no estoy totalmente convencida de que todo el mundo tenga la reputación que quiera. ¿Qué digo? ¡Claro que no tiene todo el mundo la reputación que quiere! Si no, todas las reputaciones serían la de una persona guay, popular y amiga de todo el mundo. ¿Quién quiere tener mala reputación? Pues por lo visto sí, hay gente que quiere, pero esto dejémoslo a parte.
   ¿Se puede cambiar? Es difícil. Pero está en tu mano cambiarla. Con tus actitudes y formas de actuar y pensar.
   Por último me gustaría añadir que todo el mundo no está de acuerdo ni contento con su reputación. Mucha gente tiene una idea equivocada de otras personas y lo único que consiguen con ello es no dejar que los demás se expresen.

   Hay momentos en los que uno necesita escribir y no se para a pensar demasiado en lo que pone. Pues esta ha sido una de esas veces.

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